Una página por escribir
De momento no somos más que una determinación
¿Qué hay detrás?
Lo único que hay detrás de esta idea, de momento, es el convencimiento de que merecemos más y de que podemos hacerlo mejor. Esto es iniciativa de una persona que siempre insiste que en lugar de quejarnos de lo mal que va todo, tenemos que arrimar el hombro para construir un país mejor. Una persona convencida de que el enfrentamiento empobrece y de que el diálogo enriquece.
Paso a la primera persona, para quien tenga ganas de leer y de ayudar. Mi nombre es Javier Moltó. No tengo altas capacidades, no tengo conocimientos específicos de gestión política, no tengo experiencia ni en partidos, ni en ayuntamientos ni en parlamentos.
Lo que sí tengo es el convencimiento de que los ciudadanos tenemos que acercarnos a las instituciones que gestionan nuestras libertades, nuestros derechos y nuestros presupuestos. Tenemos que convivir con nuestros vecinos y es responsabilidad de todos conseguirlo. Con peleas entre nosotros, con generadores de cizaña que solo buscan el beneficio económico particular no vamos a mejorar nada. La situación de un país, de una sociedad, no mejora con la victoria y la derrota temporal, mejora con una visión a largo plazo.
Cuando escribo esto tengo 64 años. Las personas de mi edad tenemos nietos de todas las ideologías. Y no son unos mejores que otros por pensar como piensan. Es obligatorio que convivamos con felicidad, con placer por debatir con quien piensa de forma diferente, sin respetar las ideas de los otros, porque ni las ideas ni las creencias son respetables. Las ideas y las creencias hay que estrujarlas hasta que sangren, para mejorarlas y depurarlas. Las ideas y las creencias no son de nadie y por tanto podemos hacer con ellas todo lo que queramos y cuanto más hagamos mejor.
Lo que sí que hay que respetar es a las personas, piensen como piensen. Ese respeto por la persona, respeto a su seguridad, a su independencia, a su integridad física y mental, a que no se sienta amenazada ni violentada es clave para una convivencia saludable.
Fundo el Partido PARA porque estoy convencido de que hay mucho que hacer. Y que la responsabilidad de hacerlo es de todos. Nos obsesionamos con responsabilizar a los políticos, pero es una posición estéril.
A algunos políticos les interesa que nada cambie. A quienes sí nos interesa que cambie la gestión y el ambiente es a los ciudadanos. Soy partidario de asumir la responsabilidad. Sin objetivos de gobernar ni de salvar la humanidad. Nadie tiene varitas mágicas. Hagámoslo con cuidado, porque sí hay muchas cosas que hacer. A poco que mejoremos la transparencia, habremos ganado todos mucho.
El compromiso lógico y beneficioso para todos es ser exigente con la transparencia interna. La primera obligación de un partido político es controlar a sus miembros y pedir a toda la sociedad que denuncie cualquier comportamiento sospechoso. Nuestro objetivo no es gobernar, pero tenemos que ser exquisitos con el dinero que recibimos de quienes confíen en nosotros y del posible dinero que recibamos del Estado si conseguimos buenos resultados electorales. La transparencia interna debe ser absoluta. Y exigir que todos los organismos del Estado promuevan sistemas que permitan el control por parte de todos los ciudadanos será nuestro gran primer objetivo.
